Tabanca

  • Danza
  • Música

Siendo también un género musical, que se expresa a través de música de desfile, al son de tambores, batuque y bocinas, las tabancas (término que en Guinea traduce la organización en aldeas) son bastante más que eso. Inicialmente una especie de día  libre concedido por los señores a los esclavos, se consolidaron a lo largo del tiempo como asociaciones de ayuda mutua, en Santiago y Maio, en una organización social espontánea de resistencia en grupo a los cataclismos naturales que en Cabo Verde causaron cíclicamente el hambre y la devastación y, a menudo, la desorganización social, en la que deja de haber cualquier tipo de asistencia institucional a los necesitados.

En la vertiente folclórica, las actividades de las tabancas gana excitación con ocasión de las fiestas de los santos populares católicos, las romerías que ya se han mencionado, especialmente en junio, con Santo António (13), S. Juan (24) y S. Pedro (29), en mayo (3) con la fiesta de Santa Cruz. Las procesiones, extremadamente animados y coloridos, salen a la calle y atraen grupos de gente con vistosos trajes, recordando el carnaval.

En el tercer cuarto del siglo XVIII, las tabancas comenzaron a ser reprimidas, por haberse convertido en manifestaciones de escarnio a los personajes importantes de la época, y a finales del siglo XIX llegaron incluso a prohibirse por el entonces gobernador, Serpa Pinto, que las consideraba subversivas, lo que no ha impedido que llegasen hasta nuestros días.

Siendo también un género musical, que se expresa a través de música de desfile, al son de tambores, batuque y bocinas, las tabancas (término que en Guinea traduce la organización en aldeas) son bastante más que eso. Inicialmente una especie de día  libre concedido por los señores a los esclavos, se consolidaron a lo largo del tiempo como asociaciones de ayuda mutua, en Santiago y Maio, en una organización social espontánea de resistencia en grupo a los cataclismos naturales que en Cabo Verde causaron cíclicamente el hambre y la devastación y, a menudo, la desorganización social, en la que deja de haber cualquier tipo de asistencia institucional a los necesitados.

En la vertiente folclórica, las actividades de las tabancas gana excitación con ocasión de las fiestas de los santos populares católicos, las romerías que ya se han mencionado, especialmente en junio, con Santo António (13), S. Juan (24) y S. Pedro (29), en mayo (3) con la fiesta de Santa Cruz. Las procesiones, extremadamente animados y coloridos, salen a la calle y atraen grupos de gente con vistosos trajes, recordando el carnaval.

En el tercer cuarto del siglo XVIII, las tabancas comenzaron a ser reprimidas, por haberse convertido en manifestaciones de escarnio a los personajes importantes de la época, y a finales del siglo XIX llegaron incluso a prohibirse por el entonces gobernador, Serpa Pinto, que las consideraba subversivas, lo que no ha impedido que llegasen hasta nuestros días.

Autoria/Fonte

Armando Ferreira

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