Flora
Influido por los vientos del Nordeste y del Este, que soplan de la zona árida del Sahara y de Sahel, el ecosistema terrestre del archipiélago de Cabo Verde no es tropical, aunque el verdor envuelva con su manto efímero cada palmo de tierra en la época de lluvias.
Aunque la sequía dicte su ley, especialmente en la vertiente Sur de las islas, donde el viento no aporta humedad, las islas más agrícolas realizan sus siembras en los terrenos de secano cuando se aproxima la época de las lluvias, bastando dos precipitaciones de algunos días para que crezcan las cosechas.
Cada vez más, las soluciones tecnológicas de regadío (gota a gota, hidroponía... ) permiten sacar partido de una tierra que es fecunda, si exceptuamos la falta de agua.
En valles, laderas y llanuras de las islas montañosas, la agricultura desempeña, incluso hoy, un importante papel en la economía de Cabo Verde, cultivando alimentos suficientes para abastecer los mercados de maíz, varias especies de alubias, batata, mandioca, fruta y verdura, con bastante regularidad.
En las montañas se realizó un esfuerzo notable, desde la independencia, en 1974, para reforestar el archipiélago, en un esfuerzo continuado, que se tradujo, sólo entre 2002 y 2004, en la forestación de un área de 5.000 hectáreas.
En cuanto a la flora espontánea, existen en Cabo Verde 755 especies vegetales, de las cuales se enumeran 83 endémicas, entre 224 indígenas.
Influido por los vientos del Nordeste y del Este, que soplan de la zona árida del Sahara y de Sahel, el ecosistema terrestre del archipiélago de Cabo Verde no es tropical, aunque el verdor envuelva con su manto efímero cada palmo de tierra en la época de lluvias.
Aunque la sequía dicte su ley, especialmente en la vertiente Sur de las islas, donde el viento no aporta humedad, las islas más agrícolas realizan sus siembras en los terrenos de secano cuando se aproxima la época de las lluvias, bastando dos precipitaciones de algunos días para que crezcan las cosechas.
Cada vez más, las soluciones tecnológicas de regadío (gota a gota, hidroponía... ) permiten sacar partido de una tierra que es fecunda, si exceptuamos la falta de agua.
En valles, laderas y llanuras de las islas montañosas, la agricultura desempeña, incluso hoy, un importante papel en la economía de Cabo Verde, cultivando alimentos suficientes para abastecer los mercados de maíz, varias especies de alubias, batata, mandioca, fruta y verdura, con bastante regularidad.
En las montañas se realizó un esfuerzo notable, desde la independencia, en 1974, para reforestar el archipiélago, en un esfuerzo continuado, que se tradujo, sólo entre 2002 y 2004, en la forestación de un área de 5.000 hectáreas.
En cuanto a la flora espontánea, existen en Cabo Verde 755 especies vegetales, de las cuales se enumeran 83 endémicas, entre 224 indígenas.