Antónia Gertrudes Pusich
- Literatura
- poesia
Antónia Gertrudes Pusich nació en Cabo Verde el 1 de octubre de 1805 y fue la quinta hija de António Pusich, originario de la ciudad de Ragusa, conocida en croata con el nombre de Dubrovnik, y de una portuguesa, Ana Isabel Nunes.
Antonia Gertrudes Pusich fue la primera mujer de nuestro país que, como periodista y directora de publicaciones periódicas, puso su nombre en los titulares, sin esconderse detrás de un seudónimo masculino, como lo habían hecho otras mujeres hasta entonces.
Desde muy joven, Antonia comenzó a garabatear los primeros versos. Con la educación de su padre y los muchos libros que había escrito sobre ella, sabemos que conocía varios idiomas y que escribió desde muy temprana edad. La vida matrimonial y los tres matrimonios, así como las adversidades de la vida, sólo le permitieron publicar por primera vez en 1841. Su obra más conocida es Olinda o la Abadía de Comnor Place. 1848. En el prefacio del libro, Antonia Pusich dice que la idea de escribir esa novela le vino después de leer una novela de Walter Scott. De hecho, su libro no carece de todos los ingredientes de los cuentos de terror, más al gusto de las nieblas británicas que del sol portugués, donde, como dice la investigadora María Leonor Machado de Sousa, "la tradición, los castillos, el subsuelo, las ruinas, los narcóticos, las fugas, los ladrones, las muertes, las tormentas e incluso un espectro".
Antonia Gertudes Pusich también escribió sobre los miembros de la familia real, que siempre dedicaron a su familia y a sí misma una gran amistad, incluso siendo amiga íntima de la infanta Isabel María. La longevidad de la escritora le permitió pasar por varios reinados, desde D. María I hasta el reinado de D. Luis.
Su obra literaria es extensa y se sabe que ha utilizado la escritura para pagar los gastos de su numerosa familia. Aunque muchos de sus libros son sólo de interés para los investigadores, su escritura como periodista y como fundadora de tres revistas sigue siendo leída con interés y placer. Fundó La Cruzada, La Caridad y La Asamblea Literaria, que son testimonios de una educadora y de un actor de la vida social y política.
Antónia Gertrudes Pusich nació en Cabo Verde el 1 de octubre de 1805 y fue la quinta hija de António Pusich, originario de la ciudad de Ragusa, conocida en croata con el nombre de Dubrovnik, y de una portuguesa, Ana Isabel Nunes.
Antonia Gertrudes Pusich fue la primera mujer de nuestro país que, como periodista y directora de publicaciones periódicas, puso su nombre en los titulares, sin esconderse detrás de un seudónimo masculino, como lo habían hecho otras mujeres hasta entonces.
Desde muy joven, Antonia comenzó a garabatear los primeros versos. Con la educación de su padre y los muchos libros que había escrito sobre ella, sabemos que conocía varios idiomas y que escribió desde muy temprana edad. La vida matrimonial y los tres matrimonios, así como las adversidades de la vida, sólo le permitieron publicar por primera vez en 1841. Su obra más conocida es Olinda o la Abadía de Comnor Place. 1848. En el prefacio del libro, Antonia Pusich dice que la idea de escribir esa novela le vino después de leer una novela de Walter Scott. De hecho, su libro no carece de todos los ingredientes de los cuentos de terror, más al gusto de las nieblas británicas que del sol portugués, donde, como dice la investigadora María Leonor Machado de Sousa, "la tradición, los castillos, el subsuelo, las ruinas, los narcóticos, las fugas, los ladrones, las muertes, las tormentas e incluso un espectro".
Antonia Gertudes Pusich también escribió sobre los miembros de la familia real, que siempre dedicaron a su familia y a sí misma una gran amistad, incluso siendo amiga íntima de la infanta Isabel María. La longevidad de la escritora le permitió pasar por varios reinados, desde D. María I hasta el reinado de D. Luis.
Su obra literaria es extensa y se sabe que ha utilizado la escritura para pagar los gastos de su numerosa familia. Aunque muchos de sus libros son sólo de interés para los investigadores, su escritura como periodista y como fundadora de tres revistas sigue siendo leída con interés y placer. Fundó La Cruzada, La Caridad y La Asamblea Literaria, que son testimonios de una educadora y de un actor de la vida social y política.
